Respecto al matrimonio y al divorcio, el religioso Jorge Hernández, del colegio Evangélico La Patria, explica que en el plan de Dios no se incluía el divorcio, menos la separación del hombre y la mujer, “es alarmante el número de divorcios, los hijos que crecen en un hogar desintegrado o de padres divorciados aprenden que los pactos no importan y que no tienen valor”, dijo.
miércoles, 7 de octubre de 2009
Causas y consecuencias de desintegración familiar
Según expertos, las familias son la escuela de la vida y de la formación en las relaciones humanas. Foto: Enrique Hernández
Hoy se celebra el Día Mundial de la FamiliaPor Cecilia García
Uno de los males del siglo XXI es la desintegración familiar, causada por la migración, los divorcios, la ambición y los problemas económicos.
La desintegración familiar trae como consecuencia problemas que van desde la delincuencia, violaciones, drogadicción, hasta la prostitución. La sociedad ha sido considerada como la unidad básica de la familia, por ser una escuela de relaciones humanas y de estabilidad emocional. Según el religioso Héctor Del Castillo, del Tribunal Eclesiástico de la Iglesia Católica, en este tiempo se ha impuesto un sistema económico que hace que los miembros de la familia se separen más. “En estos tiempos se han privilegiado más los logros personales, provocando que haya menos tiempo para la familia; incluso, llega a catalogarse como un obstáculo para la realización personal o para acceder a bienes materiales. Ahora se ven familias desintegradas, monoparentales -de un solo padre y sus hijos- jóvenes que no desean comprometerse en matrimonio porque ven que los hijos se convierten en obstáculo”, comenta Del Castillo.Consecuencias La psicóloga Brenda Rodríguez opina que cuando existe desintegración familiar cada miembro se ve afectado, especialmente en cuanto a pérdida de identidad y baja autoestima. “De estos dos se derivan el uso de drogas, amigos no adecuados, actividades incorrectas, prostitución, problemas conductuales, desde pasividad hasta agresividad, todo especialmente en niños y adolescentes que son los más afectados”, explica Rodríguez.Matrimonio y divorcios Respecto al matrimonio y al divorcio, el religioso Jorge Hernández, del colegio Evangélico La Patria, explica que en el plan de Dios no se incluía el divorcio, menos la separación del hombre y la mujer, “es alarmante el número de divorcios, los hijos que crecen en un hogar desintegrado o de padres divorciados aprenden que los pactos no importan y que no tienen valor”, dijo.Derecho En los artículos 1, 47 y 56 de la Constitución de la República de Guatemala se garantiza la protección de la familia como unidad básica de la sociedad y también de las acciones en contra de la desintegración familiar.Superar la desintegración Según la psicóloga Rodríguez, si no es posible evitar una separación de los padres, el objetivo es que se pueda superar y aprender a vivir con ella.Migración Según la organización Sin Fronteras, la falta de oportunidades en Guatemala es una de las causas de la migración, la cual provoca desintegración familiar porque el padre o hijos se van de la casa. También ha aumentado la migración de menores de edad que buscan escapar de situaciones de violencia intrafamiliar o abuso, y deciden dejar su hogar.
Cómo es el patrón de conducta de las personas golpeadoras
GOLPEADORES
Hasta ahora sólo los hombres eran los acusados, pero Liliana González, presidente de un centro contra la violencia familiar, habló en Radio 10 y alertó acerca las agresiones femeninas
“En la convivencia se puede llegar a niveles muy altos de agresión que pueden terminar hasta en la muerte, por eso consideramos que no contar una realidad es taparla y los que más sufren son los hijos de la pareja”, dijo González, titular del Centro de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar y Social (Ceprevi).Según la especialista, desde este lugar que atiende telefónicamente urgencias de violencia familiar y social, acoso sexual, violaciones y abusos deshonestos, “no es una cuestión de género, sino de tratar de proteger a la familia”.Contrario a la actitud masculina, “la mujer no pide tantas disculpas como el hombre, ya que con su personalidad domina la situación y es muy firme en sus convicciones, y es el hombre el que se ve doblegado”, explicó la representante de la asociación donde realizan entrevistas personales, tratamientos psicológicos y grupos de reflexión. En Ceprevi consideran que son muchos los factores que generan la violencia: causas endógenas como psicopatologías, patologías psiquiátricas, sentimientos de inferioridad, y exógenas como educación sexista y el autoritarismo, aumentadas por la influencia del alcohol y las drogas.“Si bien en el hombre es más difícil darse cuenta de que es agresivo, a la mujer se le nota más porque tiene un carácter fuerte, es tan dura afuera como lo es en su casa también, es decidida y tiene reacciones violentas con los demás, por eso es más fácil verla o reconocerla”, explicó la doctora a Radio 10.Los números de teléfonos de Ceprevi para urgencias las 24 horas, tanto para hombres, mujeres y niños golpeados, es: 4611-8210 y 15-512-49976.
“En la convivencia se puede llegar a niveles muy altos de agresión que pueden terminar hasta en la muerte, por eso consideramos que no contar una realidad es taparla y los que más sufren son los hijos de la pareja”, dijo González, titular del Centro de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar y Social (Ceprevi).Según la especialista, desde este lugar que atiende telefónicamente urgencias de violencia familiar y social, acoso sexual, violaciones y abusos deshonestos, “no es una cuestión de género, sino de tratar de proteger a la familia”.Contrario a la actitud masculina, “la mujer no pide tantas disculpas como el hombre, ya que con su personalidad domina la situación y es muy firme en sus convicciones, y es el hombre el que se ve doblegado”, explicó la representante de la asociación donde realizan entrevistas personales, tratamientos psicológicos y grupos de reflexión. En Ceprevi consideran que son muchos los factores que generan la violencia: causas endógenas como psicopatologías, patologías psiquiátricas, sentimientos de inferioridad, y exógenas como educación sexista y el autoritarismo, aumentadas por la influencia del alcohol y las drogas.“Si bien en el hombre es más difícil darse cuenta de que es agresivo, a la mujer se le nota más porque tiene un carácter fuerte, es tan dura afuera como lo es en su casa también, es decidida y tiene reacciones violentas con los demás, por eso es más fácil verla o reconocerla”, explicó la doctora a Radio 10.Los números de teléfonos de Ceprevi para urgencias las 24 horas, tanto para hombres, mujeres y niños golpeados, es: 4611-8210 y 15-512-49976.
PREVENCION
La prevención oportuna puede evitar muchas complicaciones y problemas
Dado el incremento del consumo de drogas a tempranas edades y los efectos causados, se han establecido muchos programas preventivos que son implementados en las escuelas y a través de los medios de comunicación, pero sin duda la prevención más importante proviene de las familias.
Los niños y jóvenes son el grupo de población con mayor riesgo de desarrollar adicciones, ya que en ello intervienen factores como la autoestima, los retos preadolescentes y adolescentes, la falta de identidad y de sentido de pertenencia, la facilidad con que pueden engañarlos, los fracasos frecuentes en el hogar o escuela, la desintegración familiar sobre todo si se vive durante esta etapa de la vida, la disponibilidad a las drogas, la falta de sentido a la vida o la soledad, el ocio o las malas compañías.
Entre los grupos más vulnerables a desarrollar adicciones están los niños de la calle o por el contrario los hijos de familias acomodadas, pero con muchas carencias emocionales y que padecen mucha soledad y falta de reconocimiento.
Por ello, entre las formas de prevenir las adicciones están:
- Proporcionar información adecuada, oportuna y suficiente, desde la infancia.- Establecer adecuados vínculos de comunicación entre padres e hijos.- Evitar que alguno de los padres consuma drogas, fume o tome bebidas alcohólicas delante de sus hijos.- Establecer sistemas de estímulo a los logros de los hijos y de aprendizaje hacia sus errores.- Fortalecer la capacidad de decisión y la resistencia a la presión.- Vigilar las amistades de los hijos e hijas y conocer sus costumbres.- Motivarlos para que tengan metas en la vida y ayudarlos para que puedan concluirlas.- Otorgar responsabilidades familiares y vigilar su cumplimiento.- Tomar en cuenta sus opiniones, orientar sus errores y no ejercer comparaciones entre miembros de la familia o amistades.- Orientar adecuadamente con relación a la publicidad y a los programas transmitidos a través de medios de comunicación, fundamentalmente la televisión que tiene un gran impacto en las conductas de niños y jóvenes.- Estar pendientes de los signos de alarma para atenderlos oportunamente.- Denunciar a las autoridades sobre cualquier sospecha de venta o tráfico de drogas.- Atender adecuadamente cualquier problema de adicción, en cualquiera de sus etapas de desarrollo.
Delincuencia juvenil
¿Qué es la delincuencia juvenil?Es el quebrantamiento de leyes y normas jurídicas, por actos de niños o jóvenes con una conducta antisocial que interfiere con los derechos de otros.En nuestros días millones de niños, adolescentes y jóvenes están viviendo en hogares donde sufren la ausencia de uno o ambos padres, el resultado de esto es reflejado en su conducta rebelde, desconfiada e incierta.Por lo tanto estos jovencitos viven en la desolación y en la desorganización familiar; es obvio que no hay quién se encargue de inculcar valores éticos, morales y espirituales, mismos que los harían personas maduras y concientes.Muchos delincuentes juveniles no son malos porque les guste la maldad sino que se volvieron así accidentalmente. Los orígenes de la delincuencia se derivan de muchas causas, como las que han sido expuestas con anterioridad (ambiente del hogar, padres separados, mala influencia de amigos, etc.), la delincuencia juvenil no sólo se ve en personas de escasos recursos, también alcanza a personas que tienen una posición económica desahogada. ¿Qué provoca que se conviertan en delincuentes? En muchas ocasiones se cae en esto porque sufren un fracaso, reciben una mala orientación, sufren descuido o simplemente se relacionaron con malas personas y éstas aprovechan su inocencia y los hacen caer en la drogadicción.En otros casos los jóvenes se unen a pandillas para mostrarse a sí mismos o a sus congéneres, que son capaces de llevar a cabo actos importantes y que son dignos de publicidad. El alcohol y los narcóticos son el escape para calmar sus temores y traumas una vez que han actuado de manera criminal.El alcohol también es una droga y causa los mismos efectos que cualquier otro estupefaciente, solo que éste es más "legal" y accesible en comparación con otro tipo de drogas, pues su elevado costo hace que únicamente cierto tipo de personas tengan acceso a estas sustancias.Hemos visto que la mayoría de estos problemas se originan en la familia, la cual sin querer perjudicar a sus hijos, ha sido la causa para que sean delincuentes y por lo tanto un peligro para la sociedad. Antes de acusarlos y señalarlos, la sociedad debe conocer qué fue lo que motivó a estas personas a ser delincuentes; antes de entregarlos o acusarlos con las autoridades conviene investigarlos, brindarles la ayuda y el afecto que necesitan.Todos ellos deben saber que sus padres los aman, desean lo mejor para ellos, y que tienen un lugar en la sociedad por su alto valor como seres humanos, y la oportunidad de rehabilitarse.Soy el Director del Centro Integral Familiar Huixquilucan, A.C., tuve el problema que padecen estos niños y jóvenes, por lo tanto, sé que hay solución para estos problemas que tanto afectan a la familia y a la sociedad.
Consecuencias
Niños, adolescentes y jóvenes son afectados por estos problemas de adicciones; en muchas ocasiones por la falta de dinero, dejan de asistir a la escuela truncando su futuro educativo.El problema no para ahí, la persona afectada por la adicción cuando no tiene dinero, comienza a buscar la manera de solventar su vicio, recurren a la venta de sus pertenencias o las de sus familiares (muebles, joyas, aparatos, ropa, etc.), y terminan con todo lo que se tiene.Día con día el problema en la familia se agudiza cuando la persona adicta comienza a entrar en crisis por la falta de la droga, viéndose a veces sumamente grave; en ocasiones, la familia se ve casi obligada a contribuir con su adicción para el temporal alivio de la persona en cuestión.Una grave consecuencia ante este problema (de adicciones) es la desintegración familiar, si lo analizamos en el ámbito de la pareja da como resultado: el divorcio, donde cualquiera de las partes (padre ó madre), decide separarse por la drogadicción, esto lleva al descuido de los hijos, los cuales quedan solos o son encargados a familiares o vecinos que no tienen la capacidad ni la autoridad suficiente para darles una buena educación.Los niños y jóvenes bajo estas condiciones se hallan sin control, en sus entornos de desarrollo y convivencia existen personas que viven una situación similar en sus hogares y buscan refugiarse en las drogas para buscar una salida fácil o alivio a su hábitat familiar.El tiempo y la confianza entre estas personas, juegan un papel importante para el incremento de jóvenes adictos, ya que una vez que han convivido y ven la similitud de sus vidas, el siguiente paso es el mal consejo, posteriormente la experimentación con la bebida y después con las drogas, para escapar de sus problemas.Sin embargo el problema se vuelve mayor, porque ahora ya no es solo el padre o la madre, sino el o los hijos, y eso no es todo... el problema económico se vuelve peor para toda la familia, más aún, se pone en peligro la integridad moral de los hijos al no tener dinero para comprar lo que consumen viéndose obligados a robar y delinquir, lo que nos da un problema más... la delincuencia juvenil.
Adicciones
Una lucha que se está extendiendo en gran parte del mundo es la que se libra en contra de las adicciones en el ser humano, mismas que afectan hoy en día a muchísima gente no respetando nivel social ni creencia.Este problema comienza en la familia por diversas causas, como la curiosidad, los estados emocionales variables, etc., cuando esto llega a suceder y alguien de la familia empieza a probar drogas no importando el tipo de fármaco ni el nivel social, con el paso del tiempo se vuelve una necesidad y se recurren a cualquier tipo de estupefaciente que por desgracia se consigue en cualquier parte con mucha facilidad.Muchas veces, la familia no detecta este problema inmediatamente, sino hasta pasados unos meses cuando la persona que consume drogas comienza a mostrar alteraciones en la conducta como: sueño, irritación, desesperación, angustia, ansiedad, etc. Este es el comienzo de los problemas porque pasado un tiempo se empieza una verdadera lucha personal y una guerra en la familia.En muchos casos, el esposo es el que se droga e inicia un verdadero calvario para su cónyuge, por las reacciones que presenta al ser presa de una adicción, se manifiesta en un principio en forma verbal, posteriormente en lo laboral (faltas continuas), carencias económicas y por consiguiente en el desequilibrio familiar.
martes, 22 de septiembre de 2009
violencia
Autoayuda : Cursos : Consejo : Tests : Chat : Ebooks : Empleo : Artículos
Usted está Aquí / Psicología Online > Artículos > La Violencia Intrafamiliar
La Violencia Intrafamiliar
Por Paola Silva F. – Psicóloga- Santiago de Chile. Celular 09 841 3484
Correo - e: paolasilva@chile.com
Introducción:
Vamos a definir la violencia Intrafamiliar como aquella violencia que tiene lugar dentro de la familia, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el mismo domicilio, y que comprende, entre otros, violación, maltrato físico, psicológico y abuso sexual.
Entendemos que la violencia doméstica es un modelo de conductas aprendidas, coercitivas que involucran abuso físico o la amenaza de abuso físico. También puede incluir abuso psicológico repetido, ataque sexual, aislamiento social progresivo, castigo, intimidación y/o coerción económica.
Hay autores que señalan que la violencia Intrafamiliar se da básicamente por tres factores; uno de ellos es la falta de control de impulsos, la carencia afectiva y la incapacidad para resolver problemas adecuadamente; y además en algunas personas podrían aparecer variables de abuso de alcohol y drogas.
El niño y la niña golpeados
Todos sabemos que siempre es triste y doloroso arrastrar la vida cuando no se recibió amor, sobre todo de los padres durante la niñez. Todo el que ha estudiado siquiera un poco al ser humano, le va a decir que los cinco primeros años de la vida dejan una marca imborrable para toda la vida, para bien o para mal. Por eso, el privar a un niño de amor es como privar de fertilizante a un árbol que empieza a crecer, pero el golpearlo es como echarle veneno, lo va a terminar de matar psicológicamente y emocionalmente, o mejor va a crecer herido de muerte. Pero hay golpes y golpes, algunos golpes sacan sangre o dejan morados, incluso un mal golpe puede producir la muerte, pero hay otros mas sutiles que no se ven, pero que se graban a fuego lento no sólo en mente sino en la identidad de ese niño o de esa niña. Se graban en su "yo", y los frutos de estos golpes emocionales se van a ver después en sus relaciones con personas significativas y en su relación con el mundo.
Me gustaría hablar un poco más detalladamente de esos golpes, que solamente los ven o los oyen quienes los dan, aunque no piensen en las consecuencias futuras y terribles que van a traer en sus hijos.
Está claro, que cuando se repiten los golpes físicos, pero sobre todo los psicológicos o emocionales, se va agotando el amor. Nosotros los adultos sabemos como duele el silencio, tal vez más que las palabras ofensivas. Ese silencio es el peor de los castigos, ahora imagínese a un niño que no ha hecho nada y no se le habla, y no se le abraza y acaricia, cómo se va conformando su identidad...pensemos en eso.
¿Han pensado en el daño que hacen a sus hijos, posiblemente muchas veces sin darse cuenta, cuando en lugar de relacionarse con sus hijos pequeños están preocupados del trabajo, con la limpieza, etc., en forma obsesiva y perfeccionista la casa? Son golpes lentos que van formando defectuosamente la escultura de su hijo.
Silencio y ausencia, cuando se reprocha al hijo los pequeños errores pero cierras tu corazón y tu boca cuando hace algo bien. Por, ejemplo, cuando el niño empezó el kinder e hizo un dibujo, que pudo ser cuatro rayas cruzadas, pero que para él era una obra de arte, en lugar de abrazarlo o alabarlo, guardaste silencio. Con ello se produce en el hijo que aprenda a ver sólo los errores, pero no lo bueno que hay en sus personas.
Todos estos golpes emocionales y psicológicos, hacen tanto daño en la niñez porque el niño o la niña no sabe defenderse; su mente apenas empieza a desarrollar lentamente ciertos mecanismos de defensa para poder filtrar y analizar lo que ve y oye. Su mente es como una esponja: recibe todo. No tiene capacidad para decir esto es verdad o no es verdad, lo que dicen es justo o injusto. Por eso los mensajes-golpes son como olas gigantescas que llegan sin control a lo más profundo de ese ser indefenso. Pero que distinta es la niñez y el futuro de sus hijos cuando ellos palpan el amor entre su padre y su madre, cuando ellos desde pequeños ven que su madre recibe con un beso, un abrazo al padre que llega del trabajo, o cuando el padre viene con un ramo de flores para su esposa o le da un beso a su esposa. Son detalles que se van grabando en el alma de los niños, que van modelando su personalidad, que van llenando de amor ese tanque-corazón. Créame, esa será la mejor herencia que podrá dejar a sus hijos.
Las causas de la codependencia
En todas las familias existe cierta disfuncionalidad en mayor o menor grado. A menudo las personas codependientes han sido objeto de algún tipo de abuso físico o verbal, o sufrieron el abandono de uno de sus padres o de ambos, ya sea físico o emocional.
El codependiente busca alivio en alguna adicción para "anestesiarse" ante su dolor. A veces lo hace a través de relaciones personales disfuncionales y muchas veces dañinas; o mediante adicciones al dinero, el sexo, la ira, las drogas, la bebida, etc. El codependiente está atado a lo que le sucedió en su familia de origen y se siente internamente torturado por ello, aunque la mayoría de las veces no se da cuenta de lo que le está sucediendo.
Cada uno de nosotros tenemos una necesidad innata de recibir amor. A esta necesidad la podemos llamar "el tanque del amor". Al nacer el niño, ese tanque está vacío. Si los padres son personas emocionalmente sanas cuyos tanques de amor están llenos, pueden llenar el tanque de sus hijos y estos crecerán y se desarrollarán psicológicamente sanos. Sin embargo, si uno de los padres o ambos no tenían lleno su propio tanque, lo más probable es que el niño no reciba suficiente amor porque su padre o su madre no lo tuvieron para darlo. Esta falta de amor deja cicatrices en el alma de los niños que llevan a ciertos comportamientos disfuncionales en la adultez, como la codependencia. El codependiente no puede dar lo que no recibió, por lo tanto, la codependencia se convierte en un círculo vicioso que continúa de generación en generación si no se busca ayuda psicológica.
Los niños de familias disfuncionales crecieron sin haber escuchado mensajes importantes de sus padres tales como ; "eres muy inteligente", "estás haciendo un buen trabajo" o "gracias mi amor, agradezco mucho tu ayuda." Debido a ello al crecer se sienten abandonados, tienen baja autoestima y buscan la aprobación de otras personas para sentirse mejor consigo mismos. A veces su hambre de amor y aprobación son tan grandes al llegar a la adolescencia o la adultez, que están dispuestos a soportar cualquier cosa, con tal de recibir aunque solo sean "migajas" de cariño y atención.
Dinámica de la VIF:
Al principio de la mayoría de las relaciones es muy difícil que aparezca la violencia. Durante este período se muestra un comportamiento positivo. Cada miembro de la pareja muestra su mejor faceta. La posibilidad de que la pareja termine es muy alta si ocurriera algún episodio de violencia.
FASE 1. ACUMULACIÓN DE TENSION
La dinámica de la violencia Intrafamiliar existe como un ciclo, que pasa por tres fases.
· A medida que la relación continúa, se incrementa la demanda así como el stress.
· Hay un incremento del comportamiento agresivo, más habitualmente hacia objetos que hacia la pareja. Por ejemplo, dar portazos, arrojar objetos, romper cosas.
· El comportamiento violento es reforzado por el alivio de la tensión luego de la violencia.
· La violencia se mueve desde las cosas hacia la pareja y puede haber un aumento del abuso verbal y del abuso físico.
· La pareja intenta modificar su comportamiento a fin de evitar la violencia. Por ejemplo: mantener la casa cada vez más limpia, a los chicos más silenciosos, etc.
· El abuso físico y verbal continúa.
· La mujer comienza a sentirse responsable por el abuso.
· El violento se pone obsesivamente celoso y trata de controlar todo lo que puede: el tiempo y comportamiento de la mujer (cómo se viste, adónde va, con quién está, etc.)
· El violento trata de aislar a la víctima de su familia y amistades. Puede decirle, por ejemplo, que si se aman no necesitan a nadie más, o que los de afuera son de palo, o que le llenan la cabeza, o que están locos etc.
Esta fase difiere según los casos. La duración puede ser de semanas, días, meses o años. Se va acortando con el transcurrir del tiempo.
FASE 2. EPISODIO AGUDO DE VIOLENCIA
· Aparece la necesidad de descargar las tensiones acumuladas
· El abusador hace una elección acerca de su violencia. Decide tiempo y lugar para el episodio, hace una elección consciente sobre qué parte del cuerpo golpear y cómo lo va a hacer.
· Como resultado del episodio la tensión y el stress desaparecen en el abusador. Si hay intervención policial él se muestra calmo y relajado, en tanto que la mujer aparece confundida e histérica debido a la violencia padecida.
FASE 3. ETAPA DE CALMA, ARREPENTIMIENTO O LUNA DE MIEL
· Se caracteriza por un período de calma, no violento y de muestras de amor y cariño.
· En esta fase, puede suceder que el golpeador tome a su cargo una parte de la responsabilidad por el episodio agudo, dándole a la pareja la esperanza de algún cambio en la situación a futuro. Actúan como si nada hubiera sucedido, prometen buscar ayuda, prometen no volver a hacerlo, etc.
· Si no hay intervención y la relación continúa, hay una gran posibilidad de que la violencia haga una escalada y su severidad aumente.
· A menos que el golpeador reciba ayuda para aprender métodos apropiados para manejar su stress, esta etapa sólo durará un tiempo y se volverá a comenzar el ciclo, que se retroalimenta a sí mismo.
Luego de un tiempo se vuelva a la primera fase y todo comienza otra vez.
El hombre agresor no se cura por sí solo, debe tener un tratamiento. Si la esposa permanece junto a él, el ciclo va a comenzar una y otra vez, cada vez con más violencia.
Personalidad del maltratador:
Los agresores suelen venir de hogares violentos, suelen padecer trastornos psicológicos y muchos de ellos utilizan el alcohol y las drogas lo que produce que se potencie su agresividad. Tienen un perfil determinado de inmadurez, dependencia afectiva, inseguridad, emocionalmente inestables, impaciente e impulsivos.
Los agresores trasladan habitualmente la agresión que han acumulado en otros ámbitos hacia sus mujeres.
Maltratador, frecuentemente es una persona aislada, no tiene amigos cercanos, celoso (celotipia), baja autoestima que le ocasiona frustración y debido a eso se genera en actitudes de violencia.
Una investigación de los psicólogos norteamericanos, el Dr. John Gottman y Dr. Neil Jacobson. Señalan que los hombres maltratadores caen en dos categorías: pitbull y cobra, con sus propias características personales:
Pit bull:
Solamente es violento con las personas que ama
Celoso y tiene miedo al abandono
Priva a pareja de su independencia
Pronto ora, vigilar y atacar públicamente a su propia pareja
Su cuerpo reacciona violentamente durante una discusión
Tiene potencial para la rehabilitación
No ha sido acusado de ningún crimen
Posiblemente tuvo un padre abusivo.
Cobra:
Agresivo con todo el mundo
Propenso a amenazar con cuchillos o revólveres
Se calma internamente, según se vuelve agresivo
Difícil de tratar en terapia psicológica
Uno depende emocionalmente de otra persona, pero insiste que su pareja haga lo que él quiere.
Posiblemente haya sido acusado de algún crimen
Abusa de alcohol y drogas.
El pitbull espía a su mujer, es celópata, cae bien a todas las personas, excepto a sus novias o esposas. El cobra es un sociópata, frío, calculador, puede ser cálido. El maltrato no cesa por sí solo.
Después de que la mujer ha sido físicamente maltratada y tiene miedo, a veces cesa este tipo de abuso y lo reemplaza con un constante maltrato psicológico, a través del cual le deja saber a su víctima, que el abuso físico podría continuar en cualquier momento.
En ocasiones la violencia del maltratador oculta el miedo o la inseguridad, que sintió de niño ante un padre abusivo que lo golpeaba con frecuencia, al llegar a ser un adulto prefiere adoptar la personalidad del padre abusador a sentirse débil y asustado. En otros casos, los comportamientos ofensivos son la consecuencia de una niñez demasiado permisiva durante la cual los padres complacieron al niño en todo. Esto lleva al niño a creerse superior al llegar a ser un adulto y a pensar que él está por encima de la ley. O sea, que puede hacer lo que quiera y abusar de quien quiera. Piensa que se merece un trato especial, mejor que el que se les da a los demás.
La violencia doméstica no siempre resulta fácil de definir o reconocer. En términos generales podríamos designarla como el uso deliberado de la fuerza para controlar o manipular a la pareja o al ambiente más cercano.
Se trata del abuso psicológico, sexual o físico habitual. Sucede entre personas relacionadas afectivamente, como son marido y mujer o adultos contra los menores que viven en un mismo hogar.
La violencia doméstica no es solamente el abuso físico, los golpes, o las heridas. Son aún más terribles la violencia psicológica y la sexual por el trauma que causan, que la violencia física, que todo el mundo puede ver. Hay violencia cuando se ataca la integridad emocional o espiritual de una persona.
La violencia psicológica se detecta con mayor dificultad. Quien ha sufrido violencia física tiene huellas visibles y puede lograr ayuda más fácilmente. Sin embargo, a la víctima que lleva cicatrices de tipo psicológicas le resulta más difícil comprobarlo. También lo dificulta, por ejemplo, la habilidad manipuladora de su esposo que presenta a su esposa como exagerada en sus quejas o simplemente como loca..
A la violencia física precede, a veces, años de violencia psicológica. La violencia psicológica es, despreciar a la mujer, insultarla de tal manera, que llega un momento en que esa mujer maltratada psicológicamente, ya cree que esos golpes se los merece. Y qué difícil es convencer a una mujer de que vaya a pedir auxilio cuando cree que no lo necesita.
Hay mujeres que se avergüenzan por lo que les sucede y que hasta se creen merecedoras de los abusos. Por eso prefieren mantenerlos en secreto y así esa situación puede prolongarse durante años. Los que maltratan a sus víctimas lo hacen de acuerdo a un patrón de abuso psicológico.
Igual que en el caso del alcohólico, el que golpea a una mujer o la maltrata psicológica o sexualmente, lo primero que hará es negarlo.
Negación es decir: "No, es que yo le pego con razón". No hay ninguna razón para golpear a una mujer, ni a nadie. Pero lo niegan. Dicen: "Yo no la he golpeado, yo no le hecho nada, sólo tocarla".
Otra forma de abuso psicológico es el aislamiento, en que le hacen el vacío a la mujer, ni le hablan, ni la miran y entonces ella se va creyendo que se merece ese trato.
La intimidación es también un abuso. "Si dices algo te mato." Muchas mujeres no se atreven a hablar, por las amenazas que sus maridos o sus compañeros lanzan contra ellas.
Tanto el adicto a cualquier droga como el abusador, siempre tienen excusas y le echan la culpa a alguien.
También dentro de ese hábito de abuso psicológico está el abuso económico. "Si dices algo no te voy a dar la mensualidad".
Dentro de ese abuso psicológico de los maridos que golpean (lo que se llama en psicología la triangulación), hay otro tipo de abuso: utilizar a los hijos para hacerles sentir culpables a las esposas. En este caso los hijos sirven de mensajeros: "dile a tu madre que..."
Las amenazas a través de los hijos, las amenazas de que le van a quitar al hijo, todos estos son abusos psicológicos que preceden al abuso físico.
Todos estos abusos impiden que la mujer deje el hogar, ese hogar violento. Es que esa violencia psicológica a que están sometidas muchas mujeres, es más horrorosa que el abuso físico. Pregúntele a cualquier mujer a la cual han maltratado físicamente qué es lo que le duele más; si las palabras hirientes, los desprecios o los golpes. Los golpes se pasan, los abusos psicológicos, los insultos, los desprecios se clavan en el corazón.
Manifestaciones de violencia psicológica:
a) Abuso verbal: Rebajar, insultar, ridiculizar, humillar, utilizar juegos mentales e ironías para confundir, etc.
b) Intimidación: Asustar con miradas, gestos o gritos. Arrojar objetos o destrozar la propiedad.
c) Amenazas: De herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños.
d) Abuso económico: Control abusivo de finanzas, recompensas o castigos monetarios, impedirle trabajar aunque sea necesario para el sostén de la familia, etc.
e) Abuso sexual: Imposición del uso de anticonceptivos, presiones para abortar, menosprecio sexual, imposición de relaciones sexuales contra la propia voluntad o contrarias a la naturaleza.
f) Aislamiento: Control abusivo de la vida del otro, mediante vigilancia de sus actos y movimientos, escucha de sus conversaciones, impedimento de cultivar amistades, etc.
g) Desprecio: Tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultar al otro.
¿Por qué se mantiene la mujer en esta relación?
La persona abusada se vuelve codependiente de su marido (el agresor), aún después de ser golpeada. Es frecuente escuchar esta frase: "Es que yo lo quiero tanto". Personas que llevan años soportando golpes dicen: "Yo no me separo porque lo quiero". Es imposible querer a una persona que te está tratando como si fueras un animal, eso es depender de esa persona.
Otro motivo por el cual algunas mujeres no se separan de este problema de codependencia, es que las anima la familia y lamentablemente la Iglesia, a permanecer con el abusador. Sobre todo la familia les aconseja que mantengan esa relación por "el bien de tus hijos". "¿Cómo vas a dejar a tus hijos sin padre?", les dicen.
¿Qué es mejor, tener un padre que golpea a su madre y que luego golpeará a sus hijos, o no tener padre? Se les hace mucho más daño a los hijos cuando ven que su padre golpea a su madre. Para los niños pequeños la madre es la base de toda su vida, la base de su afectividad, la base de su seguridad. Si una madre es golpeada, sus hijos se derrumban afectivamente. Es mucho mejor separase. Yo no estoy a favor del divorcio, pero la separación es, a veces, menos dañina.
A veces las mujeres no se separan y sufren en silencio por miedo a perder su seguridad económica y la de sus hijos. Esto sucede sobre todo en la mujer que no tiene educación.
Otras veces no se separan debido a las amenazas de más violencia o de muerte, si intentan separarse. "Si le dices algo a la policía te mato".
Cuando se pregunta a algunas mujeres por qué aguantaron maltrato durante años, la respuesta más común es ésta: "Por mis hijos; no quería que se criaran sin un padre". Parece una respuesta válida, pero si la analizamos profundamente descubrimos su inconsistencia. Sucede que en una situación de violencia los hijos también sufren. El crecimiento en una atmósfera de miedo, tensión y terror influirá negativamente en su desarrollo emocional y más tarde se manifestará en el abandono escolar, en el uso de drogas, en desórdenes psicológicos y en violencia y delincuencia.
En muchos casos influye el factor económico. Soportan cuanta vejación venga con tal de no perder la seguridad económica para sí y sus hijos. Se trata generalmente de mujeres con poca preparación académica, conscientes de que sin el marido no podrían vivir cómodamente.
Lo peor es que la mujer repetidamente abusada se destruye psicológicamente. Su yo, su identidad individual. Eso la incapacita para tomar las decisiones correctas. Cae en la ambivalencia efectiva ("¡Qué bueno es él cuando no me golpea!"); su autoestima queda por los suelos hasta creer ella misma que merece tales insultos y golpes.
Cuando una persona cae a ese nivel, su capacidad de decisión queda prácticamente anulada, porque el principio vital está herido de muerte. Si a una persona así aplastada se le amenaza con un "Si me denuncias, te mato", se sentirá paralizada. Quizás en un último intento de supervivencia reaccione, pero usando las mismas armas que a ella la han destruido.
El amor no debe doler. El amor implica confianza, protección, respeto a los gustos del otro, comunicación, caricias, ayudas al crecimiento emocional y espiritual. Consiste en compartir la vida con alegría, dialogar sobre las diferencias y preferencias, y respetar la integridad física, moral y espiritual de la persona amada.
Las mujeres que aguantan una relación abusiva indefinidamente acaban perdiendo su salud física y menta, se enferman, toda la familia termina enferma. Las mujeres en situaciones abusivas pierden su autoestima. No saben protegerse, ni se dan cuenta del peligro que corren.
El porqué de la violencia doméstica
Primero hay una raíz cultural histórica. Durante mucho tiempo nuestra sociedad ha sido muy machista, el hombre ha creído que tiene el derecho primario a controlar, a disciplinar con severidad, incluso a abusar de la vida de la mujer y de los hijos. Eso ha sucedido bajo la apariencia del rol económico del hombre, proveedor de la alimentación.
No crea que en EE.UU.. no se golpea a la mujer. El padre americano, en tiempos de la colonia, tenía derecho hasta de matar al hijo cuando no le obedecía.
Otra causa es la cultura actual. La gente se tira de los pelos. ¿Por qué pasa esto? El modelo presente de nuestra sociedad está reforzando el uso de la fuerza para resolver los problemas. Por eso el abusador usa la fuerza física, para mantener el poder y el control sobre la mujer, porque ha aprendido que la violencia es efectiva para obtener ese fin de control y como ellos no han sufrido las consecuencias, las mujeres se han callado.
La violencia doméstica ocurre en todos los niveles de la sociedad, no solamente en las familias pobres. En las familias ricas sucede lo mismo. Lo que pasa es que una mujer a quien le dieron una paliza, si tiene dinero, se va tranquilamente a una clínica privada y aquí no ha pasado nada. Las que son pobres tienen que ir al hospital y allí los médicos dicen: "A esta mujer la han golpeado" y la policía se encarga de eso.
Entre blancos, negros, amarillos, católicos, judíos, protestantes y evangélicos; entre todos, existe la violencia doméstica. Pero no por ser protestantes o católicos, sino, por no ser como deben ser.
Otra causa de este problema son los medios de comunicación. En la televisión la violencia es glorificada, los estereotipos que nos presentan son de violencia sexual. Cuando un marido por la fuerza tiene relaciones sexuales con su esposa, eso se llama violencia sexual, porque la mujer también tiene derecho a decir que no. Si a una mujer, como yo oigo todos los días, se le insulta, se le veja, se le dice barbaridades, no se le habla y solamente se la utiliza para tener relaciones sexuales con ella; ¿Cómo va a querer estar con su marido? Tiene el derecho a decir que no, todo el derecho del mundo.
En muchos casos, también la violencia doméstica está íntimamente relacionada con el alcohol y las drogas. ¿Qué sucede cuando una persona consume drogas o se emborracha? En esta parte del cerebro tenemos los centros vitales, comunes con los animales y allí está el centro de la agresividad o del instinto agresivo. Todos los hombres y las mujeres lo tenemos. Pero en la persona normal, esos centros se comunican con la parte consciente del hombre, lo cual diferencia al hombre del animal.
Cuando uno toma alcohol o usa cualquier droga, estos centros quedan como un barco sin timón. Y ¿Qué le pasa a un barco sin timón? Pues se estrella contra las rocas. Sobre todo la agresividad, el instinto sexual, quedan sin control. Entonces viene el golpear a la mujer y a los hijos bajo el efecto del alcohol y el abusar de la mujer sexualmente. El 50 % de los casos (que se conocen) de abuso sexual entre los hijos, es entre personas alcohólicas o adictas, porque surge el animal que hay dentro de nosotros mismo, en España.
Los recuerdos, los valores, los consejos, cuando uno usa o abusa del alcohol o drogas, no funcionan y viene la violencia doméstica.
A pesar de la llamada "liberación femenina" (que en realidad muchas veces ha llevado a la mujer a mayor esclavitud), todavía hay hombres que consideran a esposa e hijos como objetos de su propiedad. Por eso se creen con el derecho a descargar sobre ellos su frustración o malhumor maltratándolos a su antojo.
Como los hijos imitan a padres, se da con frecuencia que quienes en la niñez fueron testigos de abusos físicos entre sus padres, repiten la misma conducta cuando llegan al estado adulto. Aprendieron que los problemas y conflictos se afrontan con la fuerza bruta.
Ese aprendizaje negativo se arraiga tanto que muchas veces pasa de generación en generación. Si a esto se añade la "glorificación" de la violencia en los medios de comunicación, podemos entender el por qué muchos seres humanos recurren a la violencia, a veces con una frialdad que asusta más que el mismo acto violento.
La experiencia enseña que muchos de los abusadores familiares parecen "mosquitas muertas"; pasan por personas educadas y suaves, pero en el fondo son individuos celosos con una pobre imagen de sí mismos y que viven en un mundo irreal. Si a esas personas les da por tomarse unos tragos de más, cosa frecuente, la explosión violenta será mucho mayor.
¿Qué pasa con las víctimas de la violencia familiar?
Muchas siguen sufriendo hasta quedar completamente destruidas física, psicológica y moralmente. Otras acusan a sus agresores ante la policía, que muchas veces no toma debidas cartas en el asunto. Y ocurre, además, lo que no quisiéramos que ocurriera: La víctima también se vuelve violenta.
Entendemos que las personas que sufren hambre endémica se subleven y hasta se alcen en armas. ¿Por qué no entendemos que una mujer pisoteada, escarnecida, degradada en lo más íntimo de su ser pueda explotar y volverse violenta? Eso, aunque no se justifique, se explica.
La Violencia Intrafamiliar o Violencia Doméstica >>>
(Segunda Parte del Artículo)
También puede interesarle: La violencia doméstica desde un enfoque de género
VENTA DE LIBROS
Maltrato a los niños en la familia
Exposición breve y concisa de los conocimientos actuales sobre los aspectos conceptuales y etiológicos del maltrato y abandono infantil. Revisión de las principales líneas de intervención que se han puesto en marcha en el contexto internacional. Presentación actualizada de los diferentes recursos utilizados durante su experiencia personal en el tratamiento de estas familias.
Adquiéralo Aquí
¿Quiere ver más libros? Visite nuestra Libreria de Psicología y Autoayuda
Usted está Aquí / Psicología Online > Artículos > La Violencia Intrafamiliar
lunes, 21 de septiembre de 2009
jueves, 17 de septiembre de 2009
informacion
Hoy día, cuando muchos jóvenes están abandonando los espacios tradicionales de encuentro, como la escuela, la familia, los parques, la Iglesia… la calle se está perfilando como el nuevo espacio de búsqueda y encuentro. Pero, ¿por qué?
Las familias ya no son el núcleo que eran: ambos padres trabajando, migración, desestructuración,… y el joven ya no recibe en ella lo que necesita. Muchos ya no ven la escuela como la oportunidad de aprender las armas para sobreponerse a una sociedad que les oprime, sino más bien como una obligación sin grandes beneficios. La corrupción del Estado y las instituciones ha hecho que pierdan su credibilidad y ya no resulten atrayentes. Incluso las religiones, que durante mucho tiempo fueron punto de referencia para los jóvenes, están viendo como estos se alejan y no encuentran un punto de encuentro con ellos.
Ante todo esto, nuestros jóvenes salen a la calle, pues la perciben como que el espacio con menos restricciones y más posibilidades. Ese mismo espacio en el que pueden gozar de ser vistos y ser únicos, sensación que no tienen en la casa, donde la familia no le dedica tiempo, ni en la escuela, donde son sólo uno entre cientos o miles, ni en el templo, donde se pasa desapercibido, y mucho menos para los políticos, para quien sólo son un voto. La calle trae un aire nuevo, les ofrece su “magia”: nuevos rumbos, identidad, una ruptura con la monotonía, un nuevo punto de encuentro… La calle les ofrece el día, pero también la noche, aumentando así las posibilidades. Sin embargo, se trata de una propuesta influenciada por el estilo capitalista propio del primer mundo que llega con fuerza y pretende imponerse, y hay que andarse con ojo, pues no todo son ventajas.
La experiencia de la calle es diferente para cada uno, pero a todos aporta: un danzante recibe en la calle la mirada de los otros que le proporciona fortaleza, orgullo, dignidad; los mareros no se juntan en las casas, sino que salen a las esquinas donde pasan su tiempo, crean lazos, acechan...; los chicos del barrio ya no quedan en él, sino en plazas; los de clase media van al cine en vez de ver una película en familia…
La calle se está convirtiendo en el reducto de libertad y diversidad. El lugar donde uno puede construir su identidad, reunirse con quien se identifica e ir construyendo su propia visión del mundo. Precisamente por ser un lugar de búsqueda, se perfila como un lugar idóneo para convencer. Así como los comerciantes están invadiendo estos espacios en busca de clientes, también nosotros podemos usarla para ofrecer nuestras propuestas.
Tantos jóvenes que salen a la calle al encuentro de la felicidad es una gran noticia para quienes también la buscamos. No obstante, es necesario aprender a distinguir entre la búsqueda que nos han hecho salir a la calle y nos enriquece a través del encuentro con el otro y la búsqueda que ofrece el consumismo, que consiste en poseer, y es superficial, por lo que no nos conducirá a la plenitud.
Nuestras organizaciones tienen que estar donde estén los jóvenes para poder acercarles una mejor educación y la oportunidad de ser y hacer. Si los jóvenes, que son el presente y el futuro de Honduras, han elegido la calle como su medio, ¡estemos con ellos!
Publicado por Maria Reyes en 16:32 0 comentarios
La desintegración familiar
La desintegración familiar proviene de muchos factores; la misma pobreza hace que los padres talvez emigren a otros países después de tanto tiempo puede que los padres; tanto el padre como la madre engañan a su pareja y a la vez engañando parte de una familia.
Algunos jóvenes pasan horas viendo televisión o sentados a una computadora, cada uno de estos jóvenes carecen de una comunicación fija con sus padres y a veces algunos padres no se preocupan por sus hijos ni se dan cuenta de los problemas que lleva su hijo en su vida personal.
Por esta misma causa los jóvenes buscan lo que no deben de buscar.
Existen familias que abusan física y emocional; y muchas veces lo que ocurre es el abuso sexualmente en los jóvenes…
También la desintegración familiar puede ser por causas como ser económicas, sociales, e inmorales entre ellas están el robo, abuso sexual, y embarazos en adolescentes por falta de orientación de tipo familiar, sexual.
Las jóvenes son rechazadas por su familia por estar embarazadas a corta edad y; otra de las causas es también el consumo drogas.
Y algunas cusas económicas tales como el desempleo que es causal de la pobreza.
También la desintegración familiar ocurre por fracasos escolares que afectan al centro educativo por el bajo rendimiento académico de los estudiantes.
Por estas y otras causas la familia necesita fomentar los valores que hace y permite la convivencia social que necesitan los valores tales como el respeto, amor, comprensión, justicia, equidad, entre otros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)